Quiero besarte.Pero no lo leas así, joder. Le quitas toda la emoción al verso. Lee entre líneas. Haz un esfuerzo. Ponte en situación. Imagina que estoy frente a ti. Que estoy cerca. A cuatro, a tres, a dos centímetros de ti. Que mis manos suben despacio, por tu espalda, por tu cuello... Que solo estamos tú y yo. Que te atraigo hacía mí y pasamos a medir las distancias en milímetros. A estas alturas ya deberías sentir mi respiración, ya deberías escuchar como te lo digo al oído..

miércoles, 18 de julio de 2012

Prometí recordarte siempre.

Todo tiene su fin. Las cosas se acaban. Los años pasan. El tiempo termina agotandose. La vida dura lo que debe durar. Las palabras se olvidan. Los amigos dejan de serlo. La distancia desaparece. Los momentos juntos se recuerdan. Las malas rachas se superan. Y los días grises pueden convertirse en días azules. Porque nada es para siempre, nada es eterno. Quizás es algo que nunca podamos asumir del todo, pero es así y no cambiará. Y duele. Duele demasiado. Algún dia, supongo, seré capaz de mirar hacia atrás sin a penas notar esas pequeñas punzadas en el estomágo, sin sentir el escalofrío que siento a cada segundo. Porque se acabó. Es hora de despedirnos. Llegó nuestro final. No lo elegimos así, pero alguien lo decidió por nosotros. No quedan más palabras que discutir, más mentiras que decir, más lágrimas que dejar correr, ni más abrazos que darnos. Sólo nos queda decir adiós y desearnos suerte mutuamente. Por mi parte, puedo asegurar que no te olvidaré nunca, que siempre serás mi amigo, el mejor de todos. Por la tuya, ya no lo tengo tan claro. Podría echarte en cara tantas cosas como tú a mi, podría luchar contra lo inevitable, podría decirte que te quiero y no sería mentira, y sin embargo prefiero dejar esto ir. Prefiero borrar esta página de mi vida y hacer como que estoy bien. Te echaré de menos, siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario